Saturday, March 20, 2010

Ismael Rivera

Nació en la Calle Calma del Barrio San Mateo de Cangrejos (Santurce) Puerto Rico un 5 de Octubre de 1931 y fue el primero de cinco hijos nacidos de Don Luis Rivera Esquilín y Doña Margarita Rivera García (Doña Margot).

Cuenta Doña Margot que Ismael siendo niño, empezó a cantar con "Kako" (Francisco Angel Bastard) huyendo de casa para poder hacerlo durante las noches; mientras ella se amanecía llorando, porque decía ¡Dios mío! pero si este muchacho lo que tiene es 13 ó 14 años.

En la escuela formaba las rumbas con latas, que abollaba hasta que dieran el sonido preciso... y en la cocina de Doña Margot, desaparecían guayas y tenedores porque Ismael se los llevaba...

De niño limpiabotas y a los 16 años albañil, aunque se las pasaba cantando y tocando en los rumbones que se formaban en la Calle Calma y otros sectores del Santurce Cangrejero, junto a su amigo y compadre Rafael Cortijo... Muchos años después, Rafael e Ismael formarían un conjunto que se roconocería internacionalmente, y lo convertirían en el portaestandarte indiscutido de la música afrocaribeña...

En 1948 Ismael y Cortijo se unieron al Conjunto Monterrey dirigido por Monchito Muley, Maelo como conguero y Cortijo como bongocero. Pese a su interés en cantar, nunca le dieron la oportunidad... y por su trabajo de albañil, no podía dedicarse a tiempo completo a la que sería su pasión...

Hasta que simplemente ocurrió... un día, mientras Cortijo tocaba en La Riviera, en La Marina sanjuanera, llegó el entonces albañil a pedirle trabajo y fue contratado por un sueldo de $32.80 semanales, por debajo de los $55.00 que ganaba tirando mezcla fina.






El año 1977, el periodista y etnomusicólogo venezolano César Miguel Rondón, consigue respuestas a los inicios de esta hitoria, en entrevista a Ismael durante el programa radial "Quiebre de Quintos" - Radio Nacional (Venezuela-1977):

Ismael, cómo entras tú en el mundo de la salsa, en el mundo de la música ?
Humildemente hablando, yo no entré en el mundo de la salsa, yo nací en el mundo de la salsa. Porque resulta que yo vengo de un pueblo que se llama Santurce, del área metropolitana de Puerto Rico, la costa norte; yo soy de la Calle Calma, y en la calle Calma el reloj, cuando yo me levantaba, era una cosa que hacía: pum qui pum, pum qui pum... y ese reloj como que se me metió en la sangre. Parece que yo traía algo y por eso puedo decirte que antes de tener uso de la razón ya yo estaba en la playa con los tambores, con un señor que se llama Rafael Cortijo, que ustedes lo conocen bien, y bueno... él es el resposable de que yo esté en este pugilato...

Cómo comienza esa relación tuya con Cortijo ?
Bueno, estábamos juntos en la Escuela Intermedia, de Santurce. Y Cortijo, como es natural, siempre ha tocado su tambor... tu sabes, hay lo que se llama "pleneros", que son los que hacen pura música de cueros, y Cortijo era de esos... y entonces, después de la escuela nos íbamos para la playa, que era una caminata como de cinco minutos, y ahí empezábamos a tocar...

Tú dices que estaban en la escuela, cuántos años tenían ?
Rafael tenía quince y yo catorce... y cuando eso fué que empezamos a rumbear juntos... él fue el que empezó a crearme conciencia, tú me entiendes, me decía que yo lo que era era cantante, un vocalista especial, y yo pensaba que el hombre como que me estaba dando mucha coba, pero el seguía... y entonces me iba a buscar a la obra, porque ya yo me había hecho albañil y soy un buen albañil... y así era, yo trabajaba para mi los sábados...tu sabes, uno siempre tiene que sudar, doblar el lomo... y entonces Rafael me iba a esperar con los barriles, los tambores, y mi abuelo cuando lo veía siempre decía: "ahí está el negrito ese con los barriles otra vez, lo voy a botar a él y te voy a botar a tí también, que no te venga a buscar más...". Pero ahí fué donde empezó todo, Rafael fue el que me sacó de la albañilería...






Comenta Don Tito Curet Alonso, a César Pagano en entrevista el año 1991:

«Había dos formas de interpretar la bomba y la plena: una que era con panderetas y coros, cinco o siete pleneros, es decir, un grupo enteramente folclórico que tiene sus instrumentos de percusión y canta, nada más. Y otra era una forma muy estilizada de interpretar nuestros aires para una gran orquesta de salón, estilo Rafael Muñoz, orquesta Siboney o la famosa de César Concepción. Y se produce la convergencia afortunada cuando Cortijo fragua esa manera tan suya de tocar la bomba con un ritmo genuino, pero más elástica, más moderna, cuando le añade metales de viento y arreglos muy sabrosones que revuelcan los pentagramas y los barrios de San Juan. Ocurre un cambio musical que el pueblo agarró veloz porque era su base, la bomba y la plena, pero adaptada a su época. Ni la áspera e indómita música de los atabales y voces, ni mucho menos la adormecedora y dulzona versión de las agrupaciones de cabarets».






La relación entre Cortijo y Maelo llevaría al sonido de la Calle Calma, y luego de todo Puerto Rico, a todo el mundo e inmortalizaría sus nombres y música en la evolución de la música latina y la salsa.

Ismael era un cantante entre muchos, pero capaz de improvisar líricas y ritmos. “Maelo” aprendió bomba y plena (sonidos originarios de Puerto Rico) estando muy joven... Así, su música fue una mezcla de estos estilos folkloricos y tradicionales y el estilo vocal del son cubano.

En 1952 debió dejarlo todo para formar parte del ejército de Estados Unidos, pero fue licenciado al poco tiempo, por su deficiencia en inglés.

A su regreso a la Isla, Cortijo le consiguió trabajo con la Orquesta Panamericana de Lito Peña, con quien grabó y pegó los éxitos "El charlatán", "La vieja en camisa" y "La sazón de abuela". Con "El charlatán" se dio a conocer en todos los rincones de la Isla, y posteriormente consiguió la fama internacional.

Entre presentación y presentación, Maelo salía de El Escambrón y se iba a descargar con su amigo Rafael Cortijo en el Black Magic de Miramar. Un incidente de faldas precipitó su salida de la Orquesta Panamericana y Lito le pidió que no cantara ese día en el programa radial de la orquesta. Pero Ismael decidió no cantar con la orquesta ése ni el resto de sus días.






En 1954 se integra al grupo de Rafael Cortijo, con quien grabaría 17 discos. Con Cortijo y su Combo pegó mucho éxitos, entre ellos: "El bombón de Elena", de don Rafael Cepeda, así como "El negro bembón", "Juan José", "Besitos de coco", "Palo que tú me das", "Quítate de la vía Perico", "Oriza", "El chivo de la campana", "Maquinolandera", "El yoyo", "María Teresa" y "Yo soy del campo"...






Prosigue maelo, en entrevista a César Miguel Rondón...

... y así fue como sucedió el accidente... Cortijo y su Combo... Ismael Rivera... El Bombón de Elena... y hasta la fecha...

Y cómo fué eso del accidente ?
Bueno, es que nosotros tocábamos en grande los fines de semana y ahí montábamos lo nuestro... y la gente nos iba a ver y les gustaba... yo no sé, decían que tocábamos distinto... yo no sé... parece que era el hambre.

Ismael, explícate eso del hambre...
Bueno, yo te dije hambre porque el grupo sonaba como con una rabia, una fuerza, loco por salir del arrabal, inconscientemente... me entiendes?... ese era el tiempo de la revolución de los negros en Puerto Rico... Roberto Clemente... Peruchín Cepeda... Romaní... entraron los negros a la universidad... Paff!!... y salió Cortijo y su Combo acompañando esa hambre, ese movimiento... Digo, no fue una cosa planeada, tu sabes, son cosas que que a veces suceden y en Puerto Rico estaba sucediendo esto... Todo fue una cosa del pueblo, del negro, era como que se nos estaba abriendo un aula, y había rabia y Clemente empezó a repartir palos y nosotros entramos ahí, tu sabes, con nuestra música... Y parece que el mismo deseo de nosotros de salir, de acabar con el arrabal, fue lo que después nos puso un poco más premeditados...y es que había hambre, César, había hambre...
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Prosigue Don Tito Curet Alonso, a César Pagano...

«Pero Cortijo también sabía cotizarse. Desde 1954 se incrementan las salas de baile, el ambiente empieza a mejorar y los músicos a tener mayor demanda, y ahí Cortijo se planta: ¿Quieren música buena? Tienen que pagar mejor y es así como lo logran los llamados músicos callejeros... Cortijo también defendió las tarifas de los percusíonistas que antes eran discriminados ante sus propios compañeros de otros instrumentos porque, además de entereza, tenía ideas, conceptos y estilo propios...»






Francesco Rossi un cineasta italiano de paso por la Isla que iba para Jamaica para filmar con Harry Belafonte forzaron el término de "Calypso" para introducir el sonido de Cortijo y Maelo. El sonido se coló en Nueva York en 1958 y 1959, y es que la colonia puertorriqueña se sentía como en su propia tierra con las inspiraciones de Rivera, fueron contratados por ese legendario club del "Palladium Ballroom" donde, sin partituras y tocando de pie, como en las fiestas de Borinquen, alternaron con las grandes orquestas de MachitoMachito, y Tito Rodríguez. Como anécdota recuerdan a Mr. Hyman, el propietario del Palladium, diciendo : "Mr. Cortijo, no more Pachanga, please", para aplacar la rumba que hacía temblar las lámparas del lugar y cuando llegaban los bomberos en previsión de desastres... La mafia los obligó a regresar cuando intentaron tocar en otros sitios...






Su estatura musical llevó a Benny Moré, ese gigante del cancionero cubano, a bautizar a Maelo como "El Sonero Mayor"... Luego de compartir con "Maelo" noches inolvidables para evocar la salsa clásica, lo bautizó asi por la finura de sus nítidas improvisaciones y excepcional clave, nombre que le seguiría durante su gloriosa carrera musical...

En 1962, gozando toda la fama y prestigio del Combo de Cortijo, Ismael se ve forzado a abandonar el ambiente... En un regreso de Panamá, Ismael y Cortijo fueron detenidos en la Aduana de Puerto Rico, decomisándoles drogas ilegales... Juzgados en otro idioma (recordar que por no hablar inglés, Maelo fue licenciado del servicio militar en el '52)... La sentencia fue de cuatro años en un programa carcelario de rehabilitación, a efectuarse en distintos centros de retención en EEUU.

Su detención significó el fin del grupo... posteriormente Rafael Ithier pudo reagruparlos, y nace "El Gran Combo"...

Al Maelo ser separado de la sociedad, Bobby Capó sintió como propio el encierro de Ismael, y le compuso un número que llegaría a convertirse en el himno de los reclusos: "Las Tumbas"... esta pasantía necesariamente habría de modificar de manera radical el espíritu y la intención de todo el posterior trabajo de Ismael.






Al salir de la cárcel, mientras su compadre Cortijo ensayaba otros combos (Cortijo y su Bonche, Cortijo y sus Champions y la futurista Máquina del Tiempo), Maelo buscó trabajo en New York, donde fue estigmatizado de vicioso, expresidiario, locato vago y exportador de mala imagen para USA. El encierro atemperó entonces a Rivera, cantándole a una audiencia internacional de boleros, son cubano y guajiras...

Así es como adelanta música con el percusionista Kako, Tito Puente y su propia orquesta, "Los Cachimbos" para tocar lo que realmente quería, lo que le gustaba... Con "Los Cachimbos" y sus amigos Bobby Capó (Las Tumbas), Henry Dávila (El Nazareno) y Curet Alonso (De todas maneras rosas), Maelo encontró apoyo para su rehabilitación.... Fortaleció sus propias obras (El incomprendido), y mientras otros salseros se hundían en la droga y el alcohol, se convirtió en vocero social de los rumberos de nuestra América Latina...






Acuñando un fraseo propio maribelemba, ecuajey, ¡sacude zapato viejo!, a Ismael se le salió el personaje compositor de la juventud... Desde la gran manzana, Maelo y los Cachimbos impactactaron el panorama musical con sus grabaciones "La controversia" y "La soledad", y posteriormente "Mi negrita me espera" y "Dime por qué", dos clásicos de la salsa (los salones de salsa en Medellín cierran con "Mi negrita me espera"; todos la cantan a coro, pero sin bailarla). Otros éxitos con Los Cachimbos fueron "San Miguel Arcángel", "La gata montesa", "La manía de tu mujer", y el bolero de serenata "Hasta Mañana".

Con Kako y su trabuco grabó "Lo último en la avenida". También grabó con la Fania All Star cuando sus dueños Jerry Masucci y Johnny Pacheco compraron el sello Tico Alegre y lograron capturar a una serie de músicos rebeldes. En 1979 fue el artista mejor pagado por esa casa disquera, a excepción de Celia Cruz. Entre los éxitos con la Fania se destacan la versión de "El Nazareno" con Papo Lucca al piano, y "Cúcala", a dúo con Celia Cruz.






La gente comenzó a ver en él algo más que un cantante, disculpándole sus excesos, sin tener otra exigencia que no fuera esa identificación casi absoluta entre el público y su sonero. Y Rivera entendió plenamente lo que suponía éste fenómeno, manteniéndose al márgen de la euforia disquera, produciendo discos breves y simples saturados de vivencias y de elementos que progresivamente servían para incrementar esa misma identificación. En sus discos jamás se sintió la presencia de temas gratuitos, de números rellenos.

Sus discos los producía él, y él era el únco que decidía. Fue así como hurgó entre compositores de ayer y hoy, exprimiendo un repertorio que no admitiera la pérdida. Hizo de Pedro Flórez, Bobby Capó, Johnny Ortíz y Tite Curet, los compositores fundamentales de su repertorio. En todos estos discos siempre fue muy destacada la presencia de Javier Vásquez, a la sazón director musical de Los Cachimbos, veterano pianista cubano que se responsabilizó de la totalidad de los arreglos cantados por Ismael. El estilo de Vásquez en el piano con un montuno sólido y lento, como en la mejor tradición cubana, sirvió de apoyo para el vigor definitivo que siempre ha ostentado esta orquesta que, como es común en la salsa, nunca sobrepasó la decena de músicos. El crédito para Vásquez por lo tanto es necesario: fue el medio ideal para traducir en la precisión del lenguaje musical mucho de la inspiración y entusiasmo que en Ismael fue mero talento desbordado.






El 03 de Octubre de 1982, se produjo una pérdida lamentable... Rafael Cortijo fallecía, producto de un cáncer de pancreas...

Narra: Eduardo Rodríguez Juliá, «El entierro de Cortijo» (1991)

«Maelo no se consuela con la memoria. Quiere tocar la materia de su dolor; no pretende conseguir la tranquilidad que logró Cheo Feliciano cuando devolvió el diminuto crucifijo a su sitio, no, no. Maelo nunca ha sido tan fuerte, ha sucumbido a la droga, al alcohol, al desarreglo total, mi “pana” (“compañero”, “compadre”), y ahora también quiere abandonarse, como un Dionisio Carabalí, a la experiencia del dolor perfecto; pero no grita, gime con ese dolor asordinado que no se atreve a proclamarse del todo so pena de asustar a la desesperación. Las mujeres de la familia Cortijo le ruegan ‘No, Maelo, no’. Ello quiere decir ‘No Maelo no, no te abandones a ese dolor, así no puede ser, tienes que controlarte muchacho... ‘. Pero Maelo insiste, y ahora sube la mirada al crucifijo del ataúd y reza una oración ininteligible... Eso que dice... ¿qué le dirá? Estoy frente por frente a Maelo, le estoy mirando en esta cercanía que casi me vuelve invisible, pero no entiendo nada de lo que dice; es como una jerigonza privada a una sola voz entre los dos capitanes del mandinga soneo mayor, quizás alguna consigna en congo del siglo xviii, o un lenguaje íntimo y personal cuya clave sólo ellos conocen. Ahora se ha quedado solo el gran Maelo, con la mitad silenciosa de esos entendidos durmiendo la más larga espera... »






La muerte de su compadre Rafael Cortijo lo afectó sobremanera, al extremo de perder la voz, pese a que atesoraba la esperanza de recuperarla para cantar en un magno homenaje que le preparaban sus familiares y amigos en el Coliseo Roberto Clemente, con una fanfarria de vientos y poderosos ritmos.

En casa de Doña Margot, días antes del evento a las cinco y cuarto de la tarde, Maelo sufrió un infarto cardíaco y falleció luego de abrazar a su madre... Era el 13 de Mayo del 1987 y su muerte se sintió por todo el mundo de la música latina. Su música sigue viviendo en los corazones de aquellos que lo recuerdan al frente del micrófono, chasquendo los dedos, y entreteniendo a las audencias.

Y aunque nadie gozó el día de su muerte, sí hubo mucho música el día de su entierro, tal como Ismael lo quería. Sus seguidores bebieron durante dos días y lo recordaron como "El Sonero Mayor de Puerto Rico". En el populoso funeral, miles de negros, cientos de mulatos, decenas de jibaritos depositaron flores y desprendieron lágrimas sobre el féretro de su Negro Lindo que cantó con tanto cariño a su Puerto Rico del alma.






Ismael Rivera es hoy ya una leyenda de la cultura universal en su expresión musical afroantillana. Grabó un disco con la Orquesta Panamericana, uno con Francisco Bastar (Kaco) y su Conjunto, 13 discos con el genio musical Rafael Cortijo, 12 con su propio grupo Los Cachimbos.

Las canciones que interpretó fueron todas éxitos que calaron hondo en el corazón de su pueblo pues cantó sus tristezas y alegrías como nadie. Muchas fueron especialmente compuestas para él por reconocidos compositores, entre ellos su propia madre (cariñosamente recordada como Doña Margot), Don Tite Curet Alonso y Bobby Capó.

Se considera una leyenda de otra época y ayudó a muchos salseros a empezar sus carreras en Nueva York (entre ellos: Rubén Blades, Ismael Miranda, Hector Lavoe). El insuperable talento y el espíritu de Ismael Rivera vivirán por siempre entre nosotros. Su herencia supera los límites que conforma nuestro pentagrama, llegando a ser digno representante de la elevación de nuestra herencia africana, justo en el momento en que Puerto Rico disfrutaba de la magna revolución racial que colocó los nombres de Roberto Clemente y Peruchín Cepeda en la cúspide la fama.

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