¿Cuántas veces sentiste que el mundo te daba la espalda?
¿Cuántas veces lloraste porque alguien a quien creías amarte dejó por otra/o?
¿Cuántas veces se te hizo un nudo en la garganta que no te dejo decir muchas cosas que traías guardadas?
¿Cuántas veces te lastimaron y cuántas otras te dejaste lastimar?...
Si creemos que el mundo nos da la espalda, es porque a veces nosotros somos quienes no le queremos mirar la frente.
Podemos pensar que tuvimos un mal día, que mañana cambiará y todo será mejor, y si no sucede no te preocupes demasiado, es que Dios te está poniendo a prueba, y cuándo te repitas una y otra vez.
¿Por qué a mí me tiene que pasar todo esto?
Piensa que Dios pone a prueba a quienes considera más fuertes y que sabe no lo van a abandonar.
Si alguien te dejó por otra persona piensa que quizás él o ella no era para ti y que si se alejó tal vez eso era lo mejor.
Duele ver partir a alguien que amamos y más cuando sabemos que otro va a ocupar nuestro lugar.
Pero no miremos más a esa puerta cerrada, miremos a aquella que quizás podamos abrir. Siempre hay alguien dispuesto a amarnos sólo tenemos que abrir bien los ojos y ser positivos porque si queremos nunca vamos a estar solos.
Hay personas que saben grandes verdades y callan eternamente. Pero pensemos… Si todo lo que te guardas te hace mal y no ganas nada, ¿para qué seguir callando?
Piensa que si tú dices todo lo que tienes guardado puedes ayudar a otras personas y evitar una tragedia, además de la satisfacción que te va a producir haberte desahogado.
Cuando sepas una verdad que puede afectar a otros, no dudes en hablar. Puede ser difícil pero piensa que puedes evitar que suceda lo mismo con otras personas.
A todos nos lastimaron alguna vez.
Gran parte de las veces nos sentimos heridos porque alguien atentó contra nuestros sentimientos.
Es cierto que muchas veces solemos encontrarnos en nuestras vidas con personas que a nuestro entender no valen nada porque nos juzgaron, porque con una mirada son capaces de sentirse superiores.
Pero pensemos que esas personas a las que consideramos que no valen nada le estamos añadiendo esa gota de preocupación por ella cuando en realidad no la merece.
Y si una mirada, una crítica te hizo sentir mal, siempre observa de la persona que viene.
Si consideras que la persona que te juzgó es alguien que en realidad te conoce y te quiere primero dile que muchas gracias por preocuparse por ti y luego fíjate si esa crítica en realidad te estaba haciendo falta.
Y si es de alguien que apenas conoces dile que primero se observe a él mismo si se cree capaz de juzgar sin ser juzgado, y luego toma lo que dijo como de quien viene.
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